27.9.05

16._ Diálogo

Claro que para ver con la visión "de vuelta" hay que creer primero en Dios. Pensamos que es una actitud perfectamente legítima --es la que nosotros mantenemos--, y no meramente como hipótesis plausible o postulación útil, aunque requiere de unos fundamentos especiales de que hablaremos posteriormente.

La actitud o visión "de ida", que sólo toma en cuenta la realidad interior al proceso, y que duda de la finalidad de éste, nos parece también ciertamente legítima. Más aun, pensamos que es la conveniente y necesaria en algunos ámbitos --como el científico--, aunque no sea más que para preservarnos de cierta contaminación "deísta" que pudiera alienarnos de nuestras propias capacidades y responsabilidades, al atribuir todo a un "Deus ex machina" no verdaderamente inmanente.

Pero también pensamos que ambas visiones pueden sostenerse sin contradicción, quizá alternadamente, sin querer mezclarlas o sintetizarlas, cada una en su ámbito autónomo, pero en lo posible dialogantes para enriquecerse mutuamente.
(Si se nos permite un símil un tanto pintoresco, ambas visiones son como las luces de un automóvil: la corta es la "de ida", la larga es la "de vuelta".)
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